/* Label Cloud Styles ----------------------------------------------- */ #labelCloud {text-align:center;font-family:arial,sans-serif;} #labelCloud .label-cloud li{display:inline;background-image:none !important;padding:0 5px;margin:0;vertical-align:baseline !important;border:0 !important;} #labelCloud ul{list-style-type:none;margin:0 auto;padding:0;} #labelCloud a img{border:0;display:inline;margin:0 0 0 3px;padding:0} #labelCloud a{text-decoration:none} #labelCloud a:hover{text-decoration:underline} #labelCloud li a{} #labelCloud .label-cloud {} #labelCloud .label-count {padding-left:0.2em;font-size:9px;color:#000} #labelCloud .label-cloud li:before{content:"" !important} -->

La alegría y la muerte

Escuchaba el otro día en un programa grabado de radio a Luis María Esplá, torero retirado, que la vida de los africanos se parece a la de los toreros. La muerte está presente en la vida cotidiana como una posibilidad muy real. Hace un tiempo visitó África, y le llamó la atención tanta alegría en medio de situaciones tan difíciles. Su explicación es que la alegría brota de vivir sencillamente, sin excesivos dramatismos, esa posibilidad.

No sé si eso les pasa a los toreros pero es verdad que sucede en África. La muerte se vive con mucho dolor. El dolor se expresa con el cuerpo. Con la muerte del hijo la madre se palpa el vientre y los pechos, da palmadas y canta, se tira al suelo, danza. Elabora un ritual con pocas palabras y no se pregunta nunca el “por qué”.

Sorprende la convivencia tan estrecha entre extremos que nosotros vivimos como irreconciliables. La falta casi de pudor, la no privacidad. Casi todo se hace delante de otras personas, y en esto entra mucho de lo importante para la persona. El nacimiento, el amor, la muerte, el propio cuerpo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Impresionante lo que cuentas, me quedo sin palabras...Ojalá la muerte en el mundo occidental deje ya de ser un tema tabú y podamos vivirla como algo connatural de la vida.
El dolor expresado por las mamás que pierden a sus hijos me ha tocado especialmente. Deseo que en esa expresión tan bonita y a la par tan dura de su dolor, compartirlo con el resto sea, de algún modo, fuente de consuelo para ellas.
Gracias Kiko por este testimonio.

Anónimo dijo...

Qué bien expresado, Quico, una realidad tan compleja. Gracias. Yoli