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Violencia en Costa de Marfil

El recuento de muertos en Costa de Marfil no cesa de elevarse. Los EEUU denuncian que son más de 200, con 90 torturados. La ONU comunica cifras que se acercan. Según crece el número es más fácil encontrar noticias en los periódicos, como yo he hecho en El País.

Hay mercenarios liberianos que parece ser participan en las matanzas. New Kru Town, el suburbio donde trabajaba en Monrovia, la capital de Liberia, es un barrio de ex-combatientes. Sin luchar su mirada es huidiza y su hablar poco claro, entrecortado. Cuesta imaginarlos, a pesar de los tatuajes y los cuadriceps victoriosos, casi de Usain Bolt, como ex-asesinos en serie.


Miro ahora a los chicos que limpian el compound. Debieron nacer en tiempos de la guerra, algunos no tienen padres, otros los han visto morir, la mayoría de malaria o tuberculosis. Pero también hay historias de asesinatos a machetazos, de barbaridades que cuesta incluso imaginar.

Me asusta la noticia porque la línea divisoria entre la vida cotidiana y el horror es muy fina en África del Oeste. Me han comenzado a contar historias, al final del día, cuando la consulta se vacía. LLegaban a sus casas, los obligaban a cargar con todas sus pertenencias, con los cañones en la boca, respondiendo "yes, sir". A veces violaban a sus mujeres, a veces asesinaban a sus padres. 

Eso es la guerra aquí (imagino que en todas partes). Ahora algunos son sus vecinos, y me lo cuentan y de nuevo sonríen. Definitivamente sus categorías mentales son distintas a las nuestras.

Hay algo diferente. Hasta donde sé toda la comunidad internacional en bloque apoya al candidato opositor, el presunto ganador legítimo de las elecciones. En esta ocasión Francia no apoya a un país y EE.UU. a otro, por ejemplo. Eso me alegra, pero me desconcierta un poco. 

En estos países hay inmensos recursos naturales. A unos 10 Km del hospital hay unas minas gestionadas por la London Mines Company. Dan trabajo a mucha gente, en condiciones no demasiado malas. Esa es una buena noticia para este lugar, sin demasiado para elegir. Imagino que a cambio las ganancias que salen del lugar son descomunales. 

Sólo hay que ver los directivos de las minas, gente normal, no perversa ni explotadora, pero que vive un ritmo de vida que en Madrid llamaría la atención, pero que aquí es impudoroso, por decirlo de manera fina. Al lado de los que las pasan canutan para pagar una transfusión yo diría que resulta obsceno. 

No sé si ellos lo pensarán, o qué opinión tendrán del conflicto que puede que se acerque en el país cercano. A lo mejor les da pena la gente con la que trabajan, igual están planeando ya la evacuación, por si acaso, quizás piensan en el dinero que pueden dejar de ganar, o creen que es una pena que estos países no terminen de salir adelante.

Yo creo que esos dos mundos son demasiado desproporcionados, asimétricos, como para que lleguen a juntarse en algún punto. Son mundos límite, que tienden al infinito. Como África, cuando ve que otro conflicto se acerca, como quién no tiene para pagar las medicinas de sus hijos y se mueren.

Deseo que no pase nada allí, en Costa de Marfil, porque imagino muchos como los de aquí, en Sierra Leona.

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De la realidad a la oficina

El lunes fui al occidente del país. A mí me gusta mucho esta región, quizás porque cuando empiezas a subir la montaña ya te invade el olor de la zona cafetalera, y no falta quien te ofrezca una taza de café recién tostado.

Precisamente, estos meses es la época de corte. Y los campesinos están contentos, porque en las primeras semanas se está pagando el galón de café (aproximadamente 3,78 kilos) a un euro y cincuenta centavos, y en un día se puede recolectar entre tres y cuatro galones.

Como me explicaban ellos, si una familia quiere comprarse un radio, o necesitan una cama plegable porque la familia creció, este es el momento del año en que pueden hacerlo.

En el Norte, en el valle del Aguán, el viernes desalojaron a las familias de cuatro cooperativas campesinas. La imagen es difícil de olvidar: la mayoría de las champitas (casitas hechas de nylon, madera, zinc viejo o paja) ardiendo; militares, policías y paramilitares, con la cabeza cubierta y armas de alto calibre, asegurándose que no quedaba nada ni nadie; niños corriendo de un lado para otro, perdidos; una muchacha con un bebé de 10 días, que casi no podía caminar porque le habían hecho cesárea; hombres y mujeres recogiendo en bolsas lo poco que tenían; las familias caminando hacia donde vive otra cooperativa, que les va a dar cobijo; porque donde caben 100, caben 200.

Por suerte, esta vez no hubo muertos, según dicen, gracias a la presencia de periodistas y organizaciones de derechos humanos.

Después de unos días de viajes por estas zonas, vuelvo a mi oficina, a mis reuniones, a mis proyectos, a mis informes… y me acuerdo que hoy es el día universal de los derechos humanos.

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Wikileaks

En uno de los momentos de uso y disfrute de Internet leí la noticia de la filtración de toda esa información “secreta”. Primer momento de desconcierto, ¿Wikileaks es una empresa? ¿Quién es ese tipo con nombre Español y apellido aristocrático? ¿Es un delincuente? ¿Es realmente tan importante que en la portada de uno de los diarios más influyentes se diga que tal político no es de fiar porque “no mira a los ojos cuando habla”?

Estoy desconcertado, perdido. El nuevo escenario me abruma. No sé qué es real y qué es montaje. No tengo ni idea de cuánto tiempo es bueno que invierta en esta noticia.

Salgo de la habitación de Internet. Los pacientes siguen pasando la tarde en los bancos del patio del hospital. Algunos me sonríen y saludan. Veo el cielo y atardece. Llega una camilla con un accidentado. Un niño come en un cuenco de arroz.

¿Dónde está la conexión? ¿Forma todo parte del mismo mundo? ¿Es real el “efecto mariposa?

Imagino que el detenido come como el niño, que contempla en algún momento el cielo como yo al salir de la habitación. Seguro que en algún momento yo también desvelé algún tipo de información que era mejor mantener en secreto (es decir, fui indiscreto), aunque no creo que cobrara por ello. ¿Será entonces que hablamos de un problema de magnitud? ¿Tendrá que ver un poco la felicidad con la bendita ignorancia de algunas cosas que pasan?

Lo que sí voy intuyendo es que con todo no puedo. Que no puedo dedicar demasiado tiempo a comprender qué importancia tiene que esa noticia sea primera página y al mismo tiempo estar con los del banco que pasan la tarde, o con el niño que come el arroz. Debo elegir y en el arte de elegir está el quid de la cuestión. Y elegir no es comerse la cabeza pensando qué voy a elegir. Todo tiene su equilibrio, su proporción, la magnitud que decía antes.

Hay que reflexionar, pero cuando haya que echarle una mano a alguien, o fijarse en la comida, o en el cielo, o en la sonrisa de alguien, no pensar demasiado y estar ahí. Y pensar antes y después para que llegado el momento estemos ahí, con lo que verdaderamente importa.

Yo es la única manera que tengo, incluso en África, sobre todo en África, de mantener algunas de mis certezas esenciales.

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Mi adviento

Pedro, un chavo de 20 años. La semana que viene abre su propio taller de balconería, emocionado. Vive en una zona preciosa, de ríos y montañas pegadas al mar. Sus horas libres las dedica al trabajo en una organización de protección de los recursos naturales.

Él cree firmemente en la necesidad de sensibilizar a su gente de la importancia defender los ríos de la zona, porque los están concesionando, privatizando. “Yolanda”, me dice, “la gente no es pendeja, pero el hambre es perra; las empresas llegan, regalan láminas de zinc y compran a los líderes”. Ahora están organizando una obra de teatro para presentarla en la plaza del pueblo.

Martiza, ex magistrada de lo que aquí sería la Audiencia Provincial. La expulsaron de la judicatura por decir que en Honduras hubo un golpe de Estado; y según ella, “no concebiría haber hecho otra cosa, porque mi vocación de jueza me hace trabajar porque en Honduras haya un verdadero Estado de derecho, y eso lo haré en el poder judicial, o fuera de él, para mi es mucho más que un trabajo”.

Leonel, un estudiante de 17 años. Sus padres hacen pan y lo venden en la aldea. Antes de ir a instituto, se va en bicicleta con su padre a vender. Y un fin de semana al mes participa en la Escuela de Formación Político Ciudadana, en donde se trabajan temas como la democracia, los modelos de desarrollo, construcción de lo público, etc. 

Leonel me cuenta que está contento de participar en esta Escuela, porque siente que le está dando las herramientas necesarias para poder participar en los asuntos de su comunidad, que afectan a todos y todas, y que sólo juntos podrán mejorar. 

Mario es ex fiscal. Hace dos años, siendo aún fiscal, estuvo con otros compañeros 30 días en huelga de hambre para denunciar la corrupción del fiscal general del Estado. Consiguieron su dimisión. Pero él decidió renunciar a su trabajo, para ser abogado de la gente que durante años ha visto que se le niega la justicia y la dignidad. Es parte de una organización que se llama “movimiento amplio por la dignidad y la justicia.”

Esta gente, y mucha otra, es mi adviento, mi fuente de esperanza en momentos difíciles. Son personas con miles de defectos y cualidades, como cualquiera. Pero a mí me transmiten lo que alguien muy querido nos recuerda a menudo: hay que atreverse a salir de nosotros mismos, a estar con los ojos abiertos, a mirar la vida, y a hacerlo con ternura y valentía. 

Ah!, y los cuatro tienen otra cosa en común: una sonrisa preciosa, que encandila y contagia.

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La muerte de Lesnie Nielsen

"Que un lapón te muerda en los huevos, eso sí es forma de morir!!!!!!!", parafraseando una escena de Agárralo como puedas.

Bueno, esto quizás no sea muy del blog, pero es que a mí me ha tocado muy cerca la muerte de Leslie. Uno de esos que parece que nunca se va a ir, hasta que de repente ya no está más. Lo peor es que me sentía un poco ridículo con este sentimiento tan profundo por la desaparición de un actor hasta que se me ocurrió ver los comentarios a la noticia en la web de El Mundo. Me he quedado paralizado y a la vez maravillado de lo que pudo conseguir un solo tío haciendo muecas:

1- La muerte de Leslie Nielsen ha sido la quinta noticia más leida de el día en la versión digital del mundo. Y habiendo temas como el Barsa-Madrid o las revelaciones de Wiki-Leaks sobre la relación EEUU-Espana, creo que es bastante determinante el ser la quinta noticia.

2- Ha habido 349 entradas de comentarios a la noticia, tan solo 200 menos que los comentarios que ha supuesto el 5-0 del Barca al Madrid, que ha sido televisado en todo el planeta.

3- Ni una sola de esas entradas es negativa, es un abrumador ejercicio de admiración hacia este hombre, que con cuatro gestos y unos buenos guiones nos ha hecho felices a todos durante varias décadas. Es más, lejos del talante competitivo, guerrero y mezquino habitual de estos comentarios, en este caso la gente se ha mostrado hipersensible y respetuosa hacia la figura del genio.

Por primera vez no ha habido discusión en el foro, acuerdo absoluto. Aunque hay 349 entradas para escoger, me quedo con esta de uno de los foreros:

"Nunca olvidaré como te enfrentaste al comando de carteros cabreados y como salvaste al Papa. Te prometo que mis nietos se partirán de risa con tus películas".

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